Audi RS5

Hemos tenido la suerte de probar una unidad en circuito. Su caracter brutal se hace patente. No es comparable a un R8, ya que estamos con Audi, pero evidentemente no es un coche para disfrutar por carreteras españolas. Se disfruta en circuito. Su precio, como no, 85.900 €… sin extras.

Estamos ante una berlina con motor V8 FSI de 4.2 litros. entrega 450 CV, lo que equivale a casi 110 CV por litro de cubicaje, y entrega un tope de par de 430 Nm visibles entre las 4.000 y las 6.000 rpm.

Lejos de resultar desorbitado, su consumo en ciclo mixto se planta en unos asumibles 10,8 litros cada 100 kilómetros, más que aceptables si estimamos que su velocidad máxima se cifra en 250 km/h, 280 si se lo pedimos a Audi en el momento de la compra. Desde parado, llega a los 100 km/h desde parado en 4,6 segundos, aunque instalando el paquete “Launch Control” podemos bajar este registro en 2 décimas.

El RS5 mide 4,64 metros de largo y está disponible con 8 colores para la carrocería, algunos de ellos inspirados en trazados míticos como el “Rojo Misano”. Su diseño poderoso comienza en el frontal, con la iluminación LED y su parrilla “Singleframe”, aunque es en la zaga donde se percibe su valor atlético. Por encima de 120 km/h, emerge un spoiler que se repliega cuando bajamos de 80 km/h. Es uno de esos detalles que gustan a los conductores más 'racing'.

El tren de rodaje presenta un reglaje muy rígido y sitúa la estructura 20 milímetros más baja que el A5. De serie, sus neumáticos de 265x35 van anclados en llantas de 19”, aunque audi permite montar otras de 20, así como discos cerámicos reforzados en carbono y luces adaptativas.

La cabina presenta una configuración de 2+2 plazas, pero compensa esta carencia ergonómica con los 455 litros que guarda el maletero. Los asientos están tapizados en cuero, aunque opcionalmente el cliente puede incorporar unos “buckets” y otros elementos multimedia como el navegador “MMI Plus”, formado por una pantalla de 7” y un disco duro con 40 GB; o el equipo Bang & Olufsen de 14 altavoces.

En el centro de la consola se erige su cambio automático “S-Tronic” de siete relaciones y, junto a él, encontramos el eficaz “Drive Select”. Con este dispositivo, el “rs5” es capaz de modificar la respuesta del motor, de la transmisión, de la dirección y hasta de los escapes con 3 “Settings”: “Auto”, “Comfort” Y “Dynamic”.

Es un coche que puede pasar un poco desapercibido en el tráfico del día a día, hasta que bajas de marcha y petardea, o hasta que aceleras a fondo hasta pasadas 6000 rpm. Entonces, sólo girará cabezas. Esas son las dos caras de una misma moneda llamada Audi RS5.