Es el cable que conecta la centralita del coche con un soporte electrónico de control externo. Los diferentes elementos eléctricos y electrónicos están conectados a una red común de transmisión de datos, con módulos de control conectados en serie, capaces de reconocer comandos específicos para cada uno de ellos. Mediante el bus de datos se puede acceder a los distintos módulos de control del vehículo pudiendo recoger y alterar valores para el diagnóstico del automóvil, entre otros.